A pesar de la mayor incidencia de fraudes telefónicos, los residentes de Kursk continúan sucumbiendo a los trucos de los criminales
Otra víctima de los estafadores fue un kuryan de 41 años. Por la noche recibió una llamada de un número desconocido. Un hombre que se presentó como un especialista bancario lo convenció de que se había realizado una transferencia no autorizada desde su cuenta.
Para no perder dinero, se le aconsejó al hombre que retirara todos los fondos del cajero automático y los enviara a una cuenta "segura". Como pronto se dio cuenta el ciudadano engañado, esta cuenta pertenecía a los estafadores.
Un incidente similar ocurrió el mismo día con otro residente de la región. Confiando en el estafador, el kuryan de 32 años transfirió 228 mil rublos.
En la policía, ambos hombres notaron que sabían cómo operan los estafadores telefónicos, pero no esperaban un ataque en su contra.