La gorda canadiense perdió 76 kilogramos después de la humillación que experimentó en el avión, donde no pudo abrocharse el cinturón debido a la longitud insuficiente del cinturón de seguridad. Su historia fue contada por el Daily Mail.
Kelsey Bonas, de 32 años, de Ontario, ganó peso después de casarse y mudarse al Reino Unido. Allí se volvió adicta a la comida rápida y absorbió hasta cuatro mil kilocalorías al día.
La mujer iba a McDonald's dos o tres veces al día. Comió dos McMuffins por la mañana, dos hamburguesas para el almuerzo y un bocadillo de nuggets de pollo. Como resultado, su peso alcanzó los 136 kilogramos y comenzó a causar molestias.
Debido a su sobrepeso, a la mujer le costaba jugar con sus hijos, y en los aviones tuvo que humillarse frente a los auxiliares de vuelo y los pasajeros, pidiendo un alargador. En repetidas ocasiones se puso a dieta, pero rápidamente ganó el peso perdido.
Logró perder peso hasta 60 kilogramos solo después de la cirugía de bypass gástrico y el abandono de las hamburguesas en favor de alimentos más saludables.
“La operación en sí no te cambia”, explica. - Es solo un remedio. Un remedio para ayudar a controlar las recaídas. No puedes despertarte repentinamente y adelgazar. Necesita tomar las decisiones correctas.