Marcelo de Souza Ribeiro, de 38 años, tiene más de 1.000 tatuajes en todo el cuerpo.
Según el brasileño, el 98% de cuyo cuerpo está cubierto de dibujos, se hizo su primer tatuaje a los 15 años y luego pasó por cientos de sesiones de tatuajes. Además, le crecieron colmillos de acero, se cortó la lengua y se llenó los ojos de pintura.
Tatuarse en los ojos fue casi el más doloroso de todos, según Marcelo. Se pintó los ojos hace ocho años, a riesgo de quedarse ciego, contraer una infección grave, perder la sensibilidad a la luz y los ojos; sin embargo, afortunadamente para él, todo transcurrió sin consecuencias graves. Pero el tatuaje más doloroso fue … los dibujos en las orejas, según el Daily Star. Pintó una oreja de verde y la otra de negro.
Mientras tatuaban, nada dolía, la anestesia funcionó. Pero cuando su efecto terminó, sus oídos ardieron durante varios días, - se queja el hombre. No se arrepiente de las modificaciones corporales. “Me creé a mí mismo sin depender de la apariencia de nadie”, se ríe. Ahora planea tatuarse los labios internos.
A pesar de su edad relativamente joven, Marcelo ya es abuelo. Su hijo Aleff tiene ocho años, su hija Hillary tiene 18 y su nieto Miguel tiene dos.
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Foto: @marcelobboytattoo / Instagram