Pixie Fox, de 30 años, ha realizado más de 200 tratamientos de belleza en su vida para parecer una caricatura viviente.
Se sometió a cuatro mamoplastias, un levantamiento de cejas, le cortó los pómulos, le cambió la forma por completo, cambió el color de sus ojos y se sometió a un trasplante de vello púbico en los párpados para que sus pestañas fueran más gruesas. Sin embargo, Pixie no pudo detenerse cuando los médicos le prohibieron someterse a nuevas cirugías.
En 2018, en una de las clínicas turcas, Pixie Fox casi muere bajo el bisturí de un cirujano, que previamente había matado a tres pacientes por falta de profesionalismo. Durante una semana, Pixie Fox ha caído en coma y ahora sufre los efectos de un daño cerebral severo. La niña sobreviviente se vio obligada a dejar el mundo del espectáculo y mudarse con sus padres en Suecia, pero el proceso de rehabilitación definitivamente está a su favor. Recientemente, en sus Historias de Instagram, apareció la primera foto en dos años en la que es imposible reconocer a una sirena viva, solo sus voluminosos pechos dan un abanico de plástico en ella.
Pixie Fox @pixeefox / Instagram
Todos tenemos amigos a los que rara vez se encuentran, pero cuando los tiene, parece como si hubieran terminado ayer. Sigue luchando chica
- firmó la foto posando con su amiga Pixie, el modelo sueco Andrew Andrew, quien volvió a publicar el marco. Y aquí está el cosplay de la sirenita Ariel, que hizo famosa a Pixie hace unos años:
Anteriormente, WMJ.ru contó cómo una novia que soñaba con ser delgada en una boda murió después de una liposucción.
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Foto: @pixeefox / Instagram