Recuerda cómo en el libro "Alicia a través del espejo" Humpty Dumpty le dijo a Alicia que todas las personas son iguales: dos ojos, en el medio, una nariz, y debajo de ella, una boca. La lógica, por supuesto, es férrea, pero nuestros héroes tienen mucho más en común que los habitantes del Espejo. Ver por ti mismo.
Anna Sedokova y Anna Pletneva
Si Anna Sedokova no hubiera realizado una serie de manipulaciones faciales, las niñas podrían haber pasado por gemelas. La estructura idéntica de las mandíbulas, la forma similar de la nariz, el corte de los ojos y el amor por el maquillaje de “flechas” hicieron que los cantantes se copiaran entre sí. Una copia-Sedokov se le da sólo albóndigas de labios y pómulos "procesados".
Julia Parshuta y Agata Muceniece
Ambas chicas recuerdan a los hijos no reconocidos de Brad Pitt y Angelina Jolie, debido a la combinación de una poderosa mandíbula inferior con labios carnosos y una nariz cincelada. Pero es fácil distinguir entre Julia y Agatha: los pómulos de Parshuta son afilados y provocativos como los chistes de George Carlin, y su nariz está juguetonamente levantada. La cara de Muceniece es más suave y la imagen general es más relajada y "hogareña", ¿no estás de acuerdo?
Lada Dance y Mila Jovovich
Hace unos 25 años, Lada Dance podría confundirse fácilmente con Mila Jovovich. Pero a medida que pasaban los años y las cirugías plásticas de Lada, más débil se volvía la similitud de las bellezas. ¿Crees que las chicas seguirían pareciéndose si Lada no se hubiera dejado llevar por la transformación?
Ekaterina Vilkova y Amanda Seyfried
Ojos grandes y mejillas encantadoras, una frente amplia y una cara en forma de corazón: estas similitudes han convertido a las actrices en hermanas gemelas, destrozadas por el océano. Sin embargo, Katya parece una niña adulta y seria que está a punto de hacer algo atrevido. Pero Amanda parece una marimacho despreocupada que está a punto de hacer algo muy, muy engreído.
Ekaterina Guseva y Lyubov Tolkalina
La similitud de las chicas es innegable y obvia, y para encontrar las diferencias es necesario mirarlas cuidadosamente a la cara. Sobre todo, no son las diferencias en la estructura y los rasgos del rostro lo que llama la atención, sino en las vistas. Catalina mira al mundo con cuidado y amabilidad maternal, y el Amor parece mirar directamente al alma: lee pensamientos secretos y ve tus encarnaciones hasta la quinta generación. Incluso un poco espeluznante, ¿no?