En el estado estadounidense de Texas, una mujer murió después de agrandarse ilegalmente las nalgas por una esteticista sin licencia. Ahora este último enfrenta cargos de asesinato, escribe el Daily Star.
Latora King, de 35 años, desembolsó mil dólares por inyecciones de silicona en sus nalgas. A pesar de que el propio esteticista de 55 años niega el procedimiento, la correspondencia en el teléfono del fallecido indica lo contrario.
Unos días después de que King le escribiera a la esteticista sobre la inyección, ella le envió una foto de sus nalgas deformadas, en las que había trozos de gasa ensangrentados. A la mañana siguiente, la familia llevó a la mujer al hospital, donde murió más tarde. Una autopsia mostró que la inyección de silicona resultó en una embolia pulmonar.
Anteriormente se informó que la mujer británica gastó varios miles de libras en cirugías de aumento de senos y glúteos, pero ambas cirugías no tuvieron éxito. Debido a una operación fallida, la niña tuvo que empezar a comprar cosas de tamaños "enormes".