La pandemia de coronavirus, o más bien la necesidad de trabajar de forma remota y realizar reuniones de negocios en formato de video, ha estimulado la demanda de cirugías plásticas y cosméticas en Reino Unido. Según el Financial Times, muchos no estaban satisfechos con cómo se veían en la pantalla y decidieron cambiar su apariencia.
Según el diario, en varias clínicas el número de operaciones realizadas este año se ha quintuplicado. La pandemia, se podría decir, ha lanzado un salvavidas a los cirujanos plásticos. Hasta este año, el interés en este tipo de operaciones en el Reino Unido había ido disminuyendo constantemente. Muchos prefirieron pasar por el quirófano en otros países donde cambiar su apariencia es mucho más barato. El escándalo no olvidado con los implantes de baja calidad también tuvo un cierto impacto. Y ahora, cuando el tráfico internacional se ve seriamente limitado debido al coronavirus, los británicos no tienen más remedio que ponerse en contacto con especialistas en casa.
Como señalan los propios médicos, la gente ha comenzado a acudir a ellos en busca de consejos con más frecuencia. Alguien notó nuevas arrugas, a alguien dejó de gustarle la nariz o los labios y otros necesitaron un trasplante de cabello. Sin embargo, la operación más popular sigue siendo cambiar el tamaño de la mama (25 por ciento de los casos).
